miércoles, 1 de diciembre de 2010

Acuerdo Tripartito y Maná del Cielo

A nadie escapa que la inflación es el principal problema de la agenda económica.
Por un lado, creo que corresponde destacar como muy valorable que no sea el nivel de actividad o el desempleo los problemas de la economía argentina, porque estos últimos son mucho más angustiantes y dificiles de resolver.
No obstante, la inflación es un mal que debemos erradicar para alcanzar el desarrollo. No es posible mejorar la distribución del ingreso y crecer a largo plazo con tasas de inflación de más de un dígito. ¿Por qué? Porque la inflación acorta drámaticamente el horizonte temporal. Si bien es cierto que no hay certezas en el mundo en que vivimos, uno intenta proyectar de todos modos, y al haber inflación tan elevada, se pierde la brújula, se desconocen los precios, no podemos proyectar y por ende no invertimos en proyectos de largo plazo.
El llamado de la Presidenta a un acuerdo tripartito (empresarios, sindicatos, estado) es la típica solución peronista: sentarse con las corporaciones y decidir el futuro del país. El problema radica en que las leyes de la economía no se sientan en esa mesa.
Imaginemos que el problema en lugar de la inflación fuese la gravedad. ¿Podría el acuerdo tripartito anular la gravedad? Con la inflación pasa lo mismo. Lamentablemente, quienes llevan adelante la política económica no creen en las soluciones económicas de los problemas económicos. Prefieren respuestas ad-hoc que no dan solución.
Lo peor es escuchar a cantidad de economistas que dicen que el llamado de la Presidenta va en el camino correcto. Es falso. El camino correcto es llevar adelante políticas fiscales y monetarias compatibles con el crecimiento de la economía.
El argumento de que este acuerdo serviría para atemperar las expectativas es falso, es intentar tapar el sol con la mano, el problema no pasa por las expectativas de inflación, sino por la inflación. Sin inflación, no hay expectativas de inflación.

No hay comentarios: